La participación en la rehabilitación. Scoping Review: The Trajectory of Recovery of Participation Outcomes following Stroke.

Queríamos aprovechar para hablar estos días sobre una revisión que consideramos bastante interesante y que nos puede remover por dentro o por lo menos hacer pensar en qué dirección van los sistemas de rehabilitación, en cuanto al nivel de participación.

La revisión es “Scoping Review: The Trajectory of Recovery of Participation Outcomes following Stroke” de  Batya Engel-Yeger el al.

Comienzan planteándose preguntas sencillamente complejas, como “cuales son los patrones de recuperación de la participación tras un accidente cerebrovascular a largo tiempo” y que intervenciones se utilizan para aumentar la participación. Parten definiendo que es participación y cómo se mide.

Destacan lo que para muchos es una obviedad, que la participación es un resultado imprescindible para llevar a cabo una rehabilitación exitosa, por lo que ha de ser medida y puesta en la parrilla de salida de los objetivos, principalmente porque es considerado por los pacientes como una necesidad que no es satisfecha. Y sí, de nuevo, la participación se mide con escalas, porcentajes, puntuaciones todas ellas objetivas, no solo comentarios dependientes de momento.

Otro dato curioso que dan es que los 56 estudios que finalmente fueron seleccionados para la revisión, la medición de la participación se realiza principalmente los 6 meses primeros, luego en los 3 primeros y finalmente en los últimos 12 meses. Algunos si que llegan a ampliar el tiempo de medición, pero debido al alto coste de los estudios resulta bastante difícil continuar con un seguimiento. Cabe pensar, que si las valoraciones de los diferentes recursos públicos y privados fuesen en sintonía, sería más fácil poder valorar la repercusión más largo plazo. Por otro lado, si una persona tuviese de manera continuada un seguimiento en torno al nivel de participación, se puede prever que al disminuir las actividades en las que participa pudiera precisar algún tipo de intervención con el objetivo de prevenir el sedentarismo y la inactividad tan común a medio-largo plazo.

En el artículo también muestran una diferenciación entre los resultados donde hubo mejoría en participación y donde no, destacando que el aumento en los niveles de participación requiere de una alta demanda en la participación comunitaria, social y cívica y que en bastantes casos la participación se ha “intentado “medir en mejoras de las funciones motoras.  

Finalizan destacando la necesidad de realizar más estudios sobre los programas de intervención centrados en la participación en las diferentes etapas, debiendo cohesionar los conceptos básicos en cuanto definiciones, evaluaciones y eficacia con el fin de llegar a una participación más significativa.

Quizás sería importante que los equipos de rehabilitación que traten daño cerebral, puedan trabajar de manera conjunta se replanten como sus intervenciones o como su razonamiento clínico llega a influir en el fomento de la participación en actividades significativas, ni que decir tiene que de manera objetiva y bien monitorizada.  Quizás más relevante a nivel de equipo, que lograr estabilizar perfectamente la escápula mientras pela una manzana Golden en un cambio de dominancia en la semana uno, que ser capaz de restar de 20 a 0 de dos en dos en 10 segundos o que si activa todos los flexores de manera interestelar.

Sería imprescindible una continua reflexión sobre la praxis y sobre el razonamiento de equipo, evitando segmentar al paciente y centrándose en lo que el paciente quiere.

Os dejamos dos párrafos interesantes:

“Debemos extendernos más allá del énfasis que se encuentra hoy en la función motora y la movilidad; proporcionar más datos sobre la interacción entre la función corporal, el rendimiento y la participación; iluminar la interacción entre factores personales y ambientales; y considere factores contextuales como el trasfondo sociocultural “

“Se deben realizar más investigaciones para respaldar la efectividad de la intervención basada en la ocupación para proporcionar a los sobrevivientes de un accidente cerebrovascular una intervención óptima, una participación significativa y una vida significativa”

Enlace de la revisión: https://www.hindawi.com/journals/bn/2018/5472018/

Fernando Cuesta, Terapeuta Ocupacional. CIRON rehabilitación, Valladolid.